Los sueños y sus significados, las relaciones carnales
ilícitas (tanto satisfechas como insatisfechas), la rivalidad
entre hermanos, esta parashá lo tiene todo. Freud alguna
vez Dijo esta es una porcion de la Tora de mis
favorita!El tema predominante en esta parashá y al comienzo
de la de la semana que viene, es el de los sueños. El juda
ísmo siempre ha considerado a los sueños y su interpretaci
ón como un medio de comunicación espiritual. Tan
fuerte se ha creído que era el poder de los sueños que la
reacción tradicional, cuando una persona ha tenido un sue-
ño malo o perturbador, es asegurarle repetidas veces: "Has
tenido un sueño bueno; un sueño bueno has tenido", buscando
en esta forma paliar su efecto. Hay pocos de nosotros
que no hemos sido despertados por un sueño apenas
recordado; en realidad, cuanto menos recordamos más
amenazante y perturbador parece ser el sueño. En la
parashá de la semana que viene, Paró tiene dos sueños
(luego interpretados por José) cuyo significado es oscuro.
Las palabras hebreas para describir su estado de ánimo
son "Vatipoem Rujó"-su espíritu estaba perturbado. Rashi
compara este sueño con el de Nabucodonosor en Daniel,
Capítulo 2, donde el Rey tiene un sueño perturbador que
no puede recordar en absoluto. Mientras que la tarea de
José es solamente la de interpretar, ¡Daniel debe hacer recordar
e interpretar! El estado de ánimo de Nabucodonosor
es descrito como "Vatitpoem Rujó" y Rashi comenta que
la letra adicional indica una causa de agitación adicional,
en este caso el haber olvidado el sueño, además de lo oculto
de su interpretación. En su novela surrealista, "Diccionario
de los Khazares", Milorad Pavic, busca demostrar la
relación del sueño con la realidad describiendo una situaci
ón en la cual el sueño de un hombre es la realidad que
vive despierto otro, y el sueño del otro es la realidad que
vive despierto el primero.
La mejor manera de describir la relación de José con
los sueños en Vaieshev y Miketz es diciendo que es de una
complejidad ascendente. Al principio leemos sólo de los
sueños de José acerca de sí mismo y su propia interpretaci
ón. Sueños tales pueden sin lugar a dudas ser descritos
por freudianos como manifestaciones del inconsciente de
José, de sus ambiciones reprimidas. En la segunda categor
ía de sueños, el papel de José es el de intérprete de
sueños de funcionarios relativamente sin importancia. Es
poco probable que sus interpretaciones tengan un efecto
más allá del destino inmediato de esos individuos. En la
tercera y última categoría de sueños, las interpretaciones
de José de los sueños de Paró tienen consecuencias (como
las interpretaciones de Daniel de los sueños de
Nabucodonosor) de largo alcance para el destino de las
naciones. ¿Puede decirse que D's le habló a José, al Mayordomo,
al Panadero o a Paró, a través de sueños? ¿Por
qué desearía D's comunicarse de este modo, en lugar de
hacerlo cuando están despiertos? ¿O son estos sueños nada
más que manifestaciones de los deseos y miedos subconscientes
de los individuos en cuestión? Se puede argumentar
que los sueños de José fueron de esta última clase,
pero los sueños del Mayordomo y el Panadero, de Paró y
Nabucodonosor, pertenecen a una categoría diferente. Sus
sueños expresan, no solamente sus temores por el futuro
del reino, sino también los medios para contrarrestar la
amenaza. La naturaleza en sí de estos sueños demuestra
que pueden emanar solamente de una fuente externa al
soñador.
A lo largo del curso de la historia, el diálogo de D's
con los hombres ha tomado diferentes formas en diferentes
épocas. Si D's podía hablar con Moisés cara a cara;
con Abraham y los Profetas en visiones; o con Balaam en
un trance, seguramente es concebible que hablara con el
Mayordomo y el Panadero (y más aún con Paró y
Nabucodonosor) en sueños. Al igual que los sueños, sus
interpretaciones. En las palabras de la pregunta retórica
que le hace José a Paró: "¿No pertenecen las interpretaciones
a D's?