Felices quienes son caritativos todo el tiempo. -Salmos, 106:3 La caridad transforma la materia en espíritu y vuelve fuego una moneda. -El Rebe.La clave de la caridad está en comprender que no es sólo un regalo para quien recibe, sino para que el que da también. La necesidad de ser caritativo es una de las necesidades humanas más fundamentales; así como necesitamos comida y protección y amor, necesitamos compartir lo que nos ha sido dado.La caridad es uno de los modos más simples y a la vez más profundos de ayudar a refinar el mundo material y unirse con el prójimo y con Dios; y, en consecuencia, de cumplir nuestra misión cósmica. A través de la caridad introducimos unidad en un mundo diverso.La caridad nos permite espiritualizar lo material, y poner en práctica nuestras intenciones virtuosas. Dios podría haber distribuido con facilidad la riqueza parejamente entre toda la gente. Pero, como dicen los sabios, “Si todos fueran ricos o pobres, ¿quién sería generoso?” Así como Dios sigue dando (cada fracción de tiempo, cada día en la Tierra), la caridad nos permite a nosotros dar, volviéndonos Divinos nosotros mismos. Recuerden: el dinero que damos no es nuestro; Dios nos lo ha prestado para permitirnos el don de dar. Los que han sido bendecidos con más dinero, entonces, son los que han sido bendecidos por Dios con la oportunidad y el privilegio de dar más, de ser más Divinos.Un gran kabalista notó una vez que mucha gente de su aldea se había obsesionado con amasar riquezas, a menudo a expensas del resto de los aldeanos. Reunió a todos. – “La fortuna del hombre es como una rueda girando”, dijo. – El que se sienta sobre la rueda y ríe es un tonto, porque cuando la rueda gire, quedará más bajo que aquellos de quienes se ríe. Y el que está abajo en la rueda y se lamenta de su suerte también es un tonto. En realidad, el hecho mismo de que ahora esté en el punto más bajo significa que en el próximo movimiento, su fortuna mejorará. Tanto unos como otros deben considerar la fortuna sólo como una rueda en movimiento, sin valor duradero, mientras que un solo acto virtuoso hacia el prójimo dura por siempre.” El poder de la caridad es tal que no nos permite hundirnos en el auto interés. Los actos virtuosos son realmente buenos y elevan el alma, pero dar dinero en caridad es el modo más poderoso de espiritualizar lo material,el ego porque significa dar un trozo de todo lo que somos: nuestra capacidad, nuestro esfuerzo, nuestra ambición, nuestra compasión.