Blog gratis
Reportar
Editar
¡Crea tu blog!
Compartir
¡Sorpréndeme!
kabalah Tzvi ben Abba Shaul
Blog de kabalah. Filosofia milenaria hebrea .Maestro y kabalista Tzvi ben Abba Shaul.Arava Israel.facebook.Kabalah Consultoria Gratuita
31 de Mayo, 2010 · General

Pregunta al maestro Tzvi ben Abba Shaul. sobre el árbol de la vida y el árbol de la ciencia.

Pregunta al maestro Tzvi ben Abba Shaul. sobre el árbol de la vida y el árbol de la ciencia.
"Y Dios hizo crecer de la tierra
todo árbol agradable a la vista y bueno para comer
y el árbol de la vida en medio del jardín
y el árbol del conocimiento del bien y del mal...
Y Dios ordenó a Adán y le dijo:
Puedes comer de todos los árboles del jardín,
pero no comas del árbol del conocimiento del bien y del mal,
porque el día que de él comieres,
ciertamente morirás.
Y dijo Dios: ´No es bueno que el hombre esté solo,
crearé alguien que lo ayude´"
La nos explica que el bien mancillado por el egoísmo es representado por el árbol del conocimiento del bien y del mal, mientras que el bien no adulterado es representado por el árbol de la vida. Al ordenarle a Adán que no comiese del fruto del árbol del bien y del mal, Dios el Ein Sof le estaba advirtiendo que no mezclara el bien y el mal eligiendo el camino del egoísmo y el egocentrismo.Haber comido el fruto prohibido convirtió al hombre en un ser abiertamente consciente de sí mismo y egocéntrico. Su sensación del bien ya no es pura y divina, sino una mezcla de bien y mal, y considera que algo es bueno sólo si lo gratifica. Si esta actitud no es rectificada, el mal eventualmente devorará al bien.La Kabaláh, Sabiduría del corazón  hace de esto un arte transformando la lengua en "lenguaje de las ramas".Esto es aprender a captar la luz de las hojas de los libros y las señales del Libro de la Vida y  hacer inteligible la inteligencia que subyace nuestra realidad. Revelando así  el Ärbol de las Vidas, aquel que crece en medio del jardín paradigma de la Creación. Al iluminar ese lugar encantado, paraíso del alma oculto en el ahora, descubrimos el dónde. Lugar de reunión  de nuestra pluralidad ADaM(masculino y femenino-varón y varona)Que completándose puede entonces llamarse Lugar o Dios  nuestro origen y destino "Vé que hay aquí un Lugar en Mí. El arbol de la vida como una experiencia mediante la experiencia "En todos sus caminos Conoce-lo...al acostarte, al levantarte al estar sentado o de pié, en tu hogar y al salir de él...".Nos dice el kabalista  Shalomi : "Dios nuestro Ein Sof está en nuestras almas y conciencias. Cómo se proyecta depende de cada uno de nosotros decidirlo. Creamos nuestra imagen de Dios a partir de nuestros sentimientos, reflexiones...nuestras interacciones y percepciones...Cada uno  debe hacer la tarea por sí mismo".Moshé  que representa el nivel más claro  que el hombre puede alcanzar en su conexión con  Di-os  le pide_"muéstrame Tu Gloria (Tu naturaleza singular)" aunque la esencia divina Su Rostro no puede ser  visto directamente:"Tú no podrás ver Mi Rostro pues ningún ser humano puede ver mi Rostro y seguir viviendo".Dos  le dice:"Yo haré pasar toda Mi bondad ante Ti y revelaré  el Nombre de Hashem tu Dios en tu presencia...Mira tengo un lugar especial-Hay un lugar en Mí". Párate sobre la roca  contempla el origen de todas las cosas  y la interconexión entre el mundo espiritual y material simbolizado en "Después quitaré mi Mano para que Me veas por atrás  pero Mi Rostro no verás  La kabalah nos dice  aunque la esencia de Dios no la podemos ver directamente está relacionada con la expresión "Toda Mi Bondad- col tobí" donde la palabra tobí tiene un valor de 27 aludiendo a la lengua de 27 signos  y la palabra col  tiene un valor de 50. Las 50 puertas de comprensión reveladas a Moshé acerca de los mundos de la Naturaleza que Job desarrolla en las 50 preguntas  sobre la naturaleza esencial de Dios.Son 50 los pasos de refinamiento de las estructuras de percepción-pensamiento-emoción-acción  necesarios para  aquellos que redimidos de Egipto  pudieran recibir la revelación  adquiriendo un lugar geografico  Israel Nuevo nombre ,nuevo destino hacia el cual el joven servidor de Moshé ,Ieoshua hijo de  Nun (Nun valor 50 ) los conduce: su tierra, tierra santa  donde se mencionan sus frutos y sus  árboles. Como el Cedro que expresa  la  sabiduría y la fé.La Tradición kabalistica oral cuenta que las estacas de cedro son llevadas por el patriarca Iaacov a Egipto muchos años antes  y luego de ellos se extraen las columnas que sostienen el Santuario del desierto que guía  la travesía hacia el nuevo mundo. El Santuario es el organismo que reúne lo  trascendente y lo espacio-temporal revelando al  hombre en forma de micro-cosmos el modelo de toda la Creación  y de cómo La Presencia de Ein Sof  la guía y acompaña morando en ella, en cada uno de nosotros. “Isra-el” (que significa “directo al Creador”), el que intenta llegar al Creador, se corrige y se llena. Zeir Anpin del mundo Atzilut se llama el árbol de la vida, porque nos trae la luz de la corrección.La kabalah menciona EL Árbol de las Vidas.En resumen, son dos árboles diferentes.Uno real que se nos ha escondido, y que permanece en Edén.El otro virtual y que está al alcance del que desee aproximarse a él, y que se parece al edénico en una de sus cualidades, pero que no es aquel Árbol de las Vidas.El Árbol de la Vida es la estructura filosofica más útil, dentro de la Kabalah, para entender la unión que ya existe entre el hombre y su esencia dibina , pues es a través de su estudio que consigue éste la reconexión consciente con el Ser que es y que a causa de la aparente pérdida de la Eshjina en Maljut, confunde su identidad con los atributos con los que está revestido, es decir, devoción, intelecto,de esta manera produciendo una cadena de causas y efectos.El Trabajo Interior comienza en Tifereth, "Belleza", que conecta directamente la mente humana con la mente divina, el pequeño yo con el Yo Superior y debe realizarse en este plano de existencia trabajando directamente el Pilar del Equilibio para desarrollar un entendimiento de sabiduria ante el Arbol de la Vida .LAS EMANACIONES DIVINAS: LAS DIEZ SEFIROT.
Una sefirá (pl. "Sefirot ") es un canal de energía Divino o fuerza de vida. Se describen en la filosofia milenaria mistica hebrea  un total de 11 sefirot, pero siendo que dos de ellas (keter y daat), representan diferentes dimensiones de una misma fuerza, la filosofia mistica hebrea  generalmente trabaja con  sólo 10.diez.

El orden y significado de las sefirot o esferas es el siguiente:
Keter "Corona"
Jojmá "Sabiduría"
Biná "Entendimiento"
Daat "Conocimiento"
Jesed "Bondad"
Guevurá "Poder"
Tiferet "Belleza"
Netzaj "Victoria"
Hod "Esplendor"
Iesod "Fundamento"
Maljut "Reino"

"Observa cuán fuerte es el poder de la Toráh y sus condimentos Kabalah , y cómo supera a toda otra fuerza. Pues quien se ocupe con el estudio de la Toráh no teme a los poderes de arriba o abajo, ni de cualquier mal que acontezca en el mundo. Pues tal hombre adhiere al Árbol de la Vida [el Ser] y extrae conocimiento de él día a día, dado que es la Toráh [explicada esotéricamente en El Zohar] la que enseña al hombre a caminar por la verdadera senda  y le da consejo de cómo arrepentirse y volver a su Amo [al Padre Interior y Celestial, el Anciano de los Días] de modo que El pueda anular el mal decreto en su contra; aunque haya sido decretado que no fuese anulado, es sin embargo anulado y no amenaza más a ese hombre en este mundo. Por tanto, incumbe al hombre ocuparse con el estudio de la Toráh día y noche sin cesar, de acuerdo con el texto “Y meditarás en ello día y noche” (Josué I, 8.), y si abandona tal estudio, es como si hubiera abandonado el Árbol de Vida."extraido del libro del Zohar."Toda verdadera filosofia mistica l tiene que estudiar detenidamente estos dos Árboles. Porque el estudio de un árbol con el olvido del otro, da un conocimiento incompleto, que es inútil.""
Árboles para vivir y árboles para conocerAl volvernos hacia el relato del segundo capítulo del libro de Bereshit Génesis, podemos reconocer en una lectura atenta que no era uno sino dos el número de árboles que se encontraba en el centro del Edén. Dice el texto: “E hizo Ad-nai Elohim nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista y bueno para comer; también el árbol de la vida en medio del huerto, y el árbol del conocimiento del bien y del mal.” (Génesis 2:9) Dos árboles entonces: El árbol de la vida por un lado, y el árbol del conocimiento del bien y del mal por el otro. Ambos en el centro. Pero la prohibición divina solo aplicaba a uno de los dos: “Y mandó Ad-nai Elohim al hombre diciendo: ‘De todo árbol del huerto podrás comer; pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque en el día que de él comas, ciertamente morirás.’” (16-17) ¿Vieron como el panorama se enturbió y las categorías se empezaron a mezclar? Teníamos dos árboles bien diferenciados: el de la vida y el del conocimiento. A priori, uno estaría dispuesto a creer que mientras que el árbol de la vida otorgaba (o quitaba) la vida eterna, el árbol del conocimiento ampliaba los horizontes y la conciencia de quien de él comía. Sin embargo, al leer el texto bíblico, vemos que mientras que la prohibición sólo se restringía al árbol del bien y del mal, el castigo por su ingesta era la muerte. Esta tensión que vemos entre las características de los diferentes árboles y las consecuencias (no) deseadas que cada uno de ellos trae consigo, también queda manifiesta en el relato de lo acontecido cuando Adán y Eva comieron de donde no debían. Es por ello que cuando la serpiente le pregunta a Eva sobre los frutos del Edén, la mujer responde: “Del fruto de los árboles del huerto podemos comer, pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Elohim: ‘No comeréis de él ni lo tocaréis para que no muráis.’” (3:2-3) 
A esta altura, ya ni siquiera sabemos de qué árbol estamos hablando. A la luz del capítulo anterior, parece ser el árbol del conocimiento, pero la muerte vuelve a repiquetear en el lector la figura del árbol de la vida. En este relato fascinante, en el cual la serpiente parece contar con una valiosa información que en principio debía estar restringida a las esferas celestiales, leemos que el animal dice cosas muy ciertas: “No moriréis. Pero Elohim sabe que el día que comáis de él serán abiertos vuestros ojos y seréis como Elohim conocedores del bien y del mal.” (4-5) ¿Cómo sabía D-s que eso habría de ocurrir si el hombre y su mujer comían del árbol? De manera increíble podemos encontrar una respuesta tan mítica como provocativa en un Midrash que Rashi cita en su comentario: ‘También D-s comió del árbol y fue por eso que creó el mundo.’ Por eso mismo, es que D-s sabe que, al comer del árbol, los hombres se transformarán, como lo especifica Pirkei de Rabi Eliezer (también citado por Rashi), en creadores de mundos. Volvemos al inicio: no es el final de la vida lo que está en juego aquí, sino la capacidad de que la humanidad se asemeje a D-s en el desafío y el misterio de la creación. Y es por eso que cuando ellos comen finalmente del árbol no mueren (al menos no inmediatamente), pero se reconocen desnudos y avergonzados, en lo que será el primer paso para luego re-conocerse mutuamente y crear al primer hombre, y a todos los demás (no por casualidad el nombre del primer hijo de Adán y Eva se llamará Caín, remitiendo a la adquisición del saber necesario para crear a un ser humano (Génesis 4:1)). 
De la vida eterna nos fuimos al conocimiento. Pero el conocimiento trae consigo la negación de la inmortalidad: “Luego dijo Ad-nai Elohim: ‘El hombre ha venido a ser como uno de nosotros, conocedor del bien y del mal; ahora, pues, que no alargue su mano, tome también del árbol de la vida, coma y viva para siempre.’” (3:22) Del conocimiento a la vida .Habiendo comido del fruto del árbol del conocimiento, el hombre accedió a un universo simbólico diferente del que había tenido hasta ese momento en sus pocas horas de vida en el Edén. Su conciencia se amplió, sus horizontes se abrieron, y debió comenzar a transitar por el arduo camino que le exige no solo diferenciar entre lo bueno y lo malo, sino también hacerse responsable de sus propias decisiones. ¿Pero qué pasó entonces con el árbol de la vida? ¿Quedó vedado para siempre y escondido en un espacio inaccesible para la humanidad? En principio sí, pero en realidad no tanto. Porque el árbol de la vida se transformó en la metáfora a la que muchos sabios, filósofos y místicos recurrieron para dar cuenta de una cantidad importante de procesos que se volvieron significativos en sus propias teologías y cosmovisiones. Para citar un ejemplo de lo lejos que esta metáfora llegó en los escritos de algunos de nuestros antecesores, podemos citar palabras de Rabi Menajem Recanati, cabalista de fines del siglo XIII, quien al hablar de la muerte por un beso (como la que el texto bíblico le adjudica a Moisés en Deuteronomio 34:5) dice lo siguiente: “Sabe que, como el fruto maduro cae del árbol y no necesita ya estar unido [a él], así es el lazo entre el alma y el cuerpo. Cuando el alma ha alcanzado lo que es capaz de alcanzar, se une al alma celestial y se quita sus vestidos de polvo, se retira de su lugar [el cuerpo] y se une después a la Shejina (Presencia Divina): ése es [el significado de] la muerte por un beso.” (1) El fruto maduro es aquel que, de acuerdo al místico, al estar preparado puede desprenderse del árbol de la vida física para unirse a la Presencia Divina y accediendo entonces a la vida eterna. De esta manera, la muerte por un beso da lugar a una experiencia extática de unidad total con lo divino, la cual posibilita entonces el ingreso a una realidad diferente. Siguiendo con otras manifestaciones de los árboles y la vida en las ramas místicas de nuestro pueblo y tradición, podemos volvernos a un texto sumamente oscuro y de difícil interpretación que se encuentra en los orígenes mismos de la Cábala judía. Me refiero al Sefer haBahir (o Libro de la Claridad). Este libro, publicado por primera vez sobre el final del siglo XII, nos ofrece los primeros pasos de lo que más adelante con el Zohar y otros libros se transformará en la teosofía de las Sefirot. Y miren cual es la metáfora utilizada por el texto en cuestión: “¿Cuál es el [significado del] árbol que has mencionado? Le respondió: Son las potencias de D-s, una encima de la otra, y son semejantes a un árbol.” (2) 
Las potencias de Dios nuestro Elokim, Sus formas, o lo que más adelante será entendido como emanaciones, se estructuran desde los inicios de la kabalah en forma de árbol. Pero aquí ya no hablamos solamente de un codigo filosofico mistico . En otros textos del mismo Sefer haBahir, podemos leer que este árbol se encuentra en los cielos, y se asienta de manera tal que el agua que lo nutre y lo hace crecer se corresponde con las acciones del hombre aquí en la tierra: cuando el hombre hace conforme a lo que se le ha ordenado, el agua que nutre al árbol se renueva, y por tanto los frutos de dicho árbol – es decir, las almas que descienden al mundo – son nuevas; por el contrario, y cuando el hombre se dedica sistemáticamente a corromperse y denigrar la tierra en la que vive, el agua que nutre el árbol deja de ser nueva y fresca, y por tanto los frutos del mismo también dejan de serlo. 
Aun cuando este texto es importante para aquellos que proponen la transmigración de las almas en la tradición mistica , creo que en nuestro contexto el uso de la metáfora del árbol que da vida viene a recordarnos una vez más cómo nuestras acciones repercuten de múltiples maneras en nuestros semejantes, en el mundo, e incluso en Dios. Esta idea – que aparece oscura y críptica en estos textos tan antiguos – se encuentra detrás de pensadores modernos como Abraham Joshua Heschel, quien en el siglo pasado no dejo de insistir en el hecho de que así como el hombre necesita de Dios, también Dios se encuentra en constante búsqueda de la respuesta del hombre. 

Conocimiento ético y conocimiento estético

No solamente los místicos y cabalistas del pueblo judío se apropiaron de los árboles primigenios para la construcción de la propia teología. También en el campamento de los racionalistas se dieron a la tarea de regresar a los textos bíblicos y tomar de allí las ideas centrales que luego supieron utilizar para el armado de los anteojos con los que veían el mundo. 
En este sentido, Maimónides siempre ocupará un lugar de preferencia al hablar de esta corriente de pensamiento judío, fuertemente arraigada en el racionalismo heredado del aristotelismo griego. Cuando el Rambam se dedica a analizar lo relatado en el tercer capítulo del Génesis, recupera la figura del árbol del conocimiento del bien y del mal para contestar a la siguiente pregunta
“Cierto erudito me planteó hace años una objeción importante […] Es maravilla que el castigo de su desobediencia (de Adán) se haya traducido en otorgarle una perfección que antes no tenía, el intelecto.” (3) 
¿Acaso el hombre fue premiado en su desobediencia con la adquisición de nuevos insights para su propia vida? ¿Puede que eso sea posible? Para Maimónides, ese pretendido erudito no es más que un “espíritu superficial e irreflexivo” (sic). Según la opinión del Rambam: 
“La inteligencia que el Creador infundió en el hombre constituye su suprema perfección, y es la que poseía Adán antes de su desobediencia […] Por ella distingue el hombre lo verdadero de lo falso, y esta facultad la poseía perfecta y cabal […] Cuando Adán se encontraba en la plenitud y perfección de su estado, sin más que su naturaleza primitiva y sus nociones inteligibles […] no tenía facultad cuyo objeto fuera ‘lo probable’ en cualquier forma, y ni siquiera lo captaba.” (4) En el comienzo, el conocimiento del hombre se circunscribía al discernimiento entre los polos absolutos compuestos por lo verdadero y lo falso. En su conciencia no había lugar para lo probable, para lo opinable. Y sin embargo, cuando comió del árbol del conocimiento, el conocimiento al que accedió fue justamente al de las categorías de lo bueno y lo malo y de lo lindo y lo feo. Estética y ética, de acuerdo a Maimónides, no son nunca categorías absolutas sino relativas. Lo bueno y lo malo, lo lindo y lo feo, son siempre materia opinable y producto de coyunturas subjetivas y humanas. Y por tanto, en una primera lectura, el Rambam nos dice que al comer del árbol el hombre descendió en su nivel de conocimiento. No se ampliaron sus horizontes sino que se redujo drásticamente su capacidad de aprehender los absolutos dictaminados por la verdad y la mentira. Ese nivel le quedo por siempre vedado, quedando a la deriva de pactos y articulaciones simbólicas que deben ser renegociados continuamente. Ahora bien, si leemos con atención, veremos entonces que el mensaje de Maimónides también abole toda posibilidad de postulados absolutistas: si ese nivel de conocimiento ha quedado vedado del alcance del hombre, entonces todo hombre que se presente con mensajes grandilocuentes y que pretenda contar con la verdad y la única verdad no es más que un mentiroso, que peca en la soberbia de proponer mensajes que de por sí no serían para nosotros accesibles. 
La condena a vivir pactando entre nosotros tanto lo ético como lo estético nos llama al continuo desafío de ponernos de acuerdo y de construir sentido de aquellas acciones que van moldeando nuestra existencia. Es en esa supuesta condena que se abre el espacio para el despliegue de la propia libertad, en el compromiso responsable de tener que dar cuenta de aquello que entre todos decidimos que está bien o está mal. Muchas ramas, el mismo tronco
Volvamos al principio: durante estos días se está realizando la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Un nuevo llamado en nuestro tiempo sobre la toma de conciencia ineludible para realizar cambios significativos en un mundo que ha sido duramente castigado. 
Al analizar algunos textos de nuestra tradición filosofica mistica milenaria, podemos dar cuenta de que – hablando de árboles – nuestro pueblo ha sabido desplegarse en multiplicidad de ramas teológicas sin por eso olvidar (aunque podríamos señalar algunas excepciones) que todos somos parte del mismo tronco. De igual manera ocurre con la humanidad: somos llamados a reconocernos mutuamente sabedores de que habitamos una tierra en la cual todos hemos echado raíces, y es nuestra responsabilidad cuidar que el árbol no se marchite. Así como los kabalistas nos enseñan que somos responsables por el agua que nutre el árbol, los racionalistas nos enseñan que los caminos para que esto sea posible deben ser el fruto del pacto mancomunado sobre el carácter de lo ético que entre todos los hombres de bien podamos llevar a buen puerto. Quizá la suma de cada uno de estos insights sea lo que en nuestra tradición se denomina Tora, ya que no por casualidad hasta el día de hoy nuestros textos nos relatan que la Tora y su kabalah son el   Etz Jaim, aquel Árbol de la Vida destinado a todos los que aprendemos a aferrarnos tanto de ella como de sus enseñanzas, las cuales como organismo vivo, crecen y se nutren de todo aquello que nosotros podamos seguir aportando al mundo al hombre y al universo .
 
Palabras claves , , , , , , , , , , , , , ,
publicado por kabalah a las 17:17 · 1 Comentario  ·  Recomendar
 
Más sobre este tema ·  Participar
Comentarios (1) ·  Enviar comentario
Es impresinante todo lo lei sus explicaciones. Hace unas semanas veo y leo todo lo que hay en sus paginas gracias por su conocimiento
publicado por María yessenia Caicedo, el 27.12.2016 18:48
Enviar comentario

Nombre:

E-Mail (no será publicado):

Sitio Web (opcional):

Recordar mis datos.
Escriba el código que visualiza en la imagen Escriba el código [Regenerar]:
Formato de texto permitido: <b>Negrita</b>, <i>Cursiva</i>, <u>Subrayado</u>,
<li>· Lista</li>
Sobre mí
FOTO

Kabalah Tzvi Ben Abba Shaul

El idioma de la kabalah es universal: sólo se necesita amor y sensibilidad para entenderlo y hablarlo.maestro Tzvi ben Abba Shaul-

» Ver perfil

Calendario
Ver mes anterior Abril 2024 Ver mes siguiente
DOLUMAMIJUVISA
123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
282930
Buscador
Blog   Web
Tópicos
» General (266)
Nube de tags  [?]
Secciones
» Inicio
Enlaces
Más leídos
» Diccionario kabalistico basico. FONETICA.
» EL PODER MILAGROSO DE LOS THEILIM SALMOS
» El Tehilim (Salmos),
» El Zóhar y los 72 nombres
» kabalah. Kadosh Baruj Hu.El Santo Bendito Sea
» kabalah numerologia hebrea practica.
» Kabalah y la visión de la escalera Jacobo
» La literatura hebrea
» TIKUN HAKLALI. Tzvi ben Abba Shaul
» Un idioma cotidiano 1300 A.E.C. y su literatura kabalistica.
FULLServices Network | Blog gratis | Privacidad